En el hockey, se los conoce como Los Melli, pero técnicamente son gemelos idénticos, ya que compartieron la misma placenta. Lucas y Tomás Argento eran nenes de corte taza, dos gotas de agua, pura corrección. Si en una reunión había cien personas, ellos saludaban a las cien. Cursaron separados, tanto en el jardín como en la primaria y la secundaria, a resguardo de la parte pedagógica. Al final, los dos se inclinaron por la carrera de medicina. Más que pelearse de chicos, se defendían ante la amenaza externa. Eso sí: juran que nunca intercambiaron novias aprovechando la confusión. Desde hoy, el destino los unirá en el seleccionado argentino, que en el Premundial buscará la única plaza disponible para la Copa del Mundo de Nueva Delhi 2010. El torneo se juega en el Estadio Nacional de Quilmes, allí donde las Leonas fueron segundas en el Champions Trophy 2007. Hoy, a las 15.05, la Argentina debuto frente a República Checa (1-0) y siguió contra Estados Unidos (6-1). En el sistema de todos contra todos, el fixture le impondrá luego los duelos ante Chile (martes), Bélgica (jueves) e Irlanda (sábado 21). La final, el domingo 22, pondrá en juego el único pasaje en un duelo mano a mano.
"Esta es nuestra última oportunidad después de lo que nos pasó en la Copa América de Chile, donde terminamos 3os y perdimos la clasificación directa. Pero no lo tomaría como un desquite: hay que asimilarlo tranquilos, no en forma tan dramática. Es imposible olvidarse de que se trata de la última chance, aunque no debemos autopresionarnos", asegura Tomás, delantero albiceleste y de temporada invicta en GEBA, que espera los playoffs.
Lucas, defensor, también forma parte de la brillante campaña del conjunto de Marcelo Garraffo, aunque ahora responde a las indicaciones de Pablo Lombi, responsable del seleccionado. "No será una presión jugar como local. De hecho, nunca actuamos en casa, en un torneo de esta envergadura. Contar con nuestra gente significará algo positivo, que nos ayudará a tener más confianza. En realidad, servirá para meterles más presión al resto de los equipos", comenta.
Coinciden en que Irlanda y Bélgica serán los contendientes más duros, pero Tomás se ataja: "Siempre preferimos decir que todos los rivales son peligrosos, como para no entrar en problemas al relajarnos". Lucas apunta: "Estamos bárbaro como grupo. Llevarnos bien y armar un buen plantel nos acerca a la posibilidad de cumplir este objetivo".
Tienen 23 años. Desde siempre, Lucas midió y pesó un poco más; un centímetro y un kilo de diferencia. "Nuestra mamá nos daba de comer exactamente lo mismo a los dos. Toda la vida fue así, nunca una diferencia en nada", relatan.
Ambos fueron dirigidos por Pablo Lombi para la conquista del título mundial junior de Rotterdam 2005. Poco tiempo después, quedaron bajo el mando de Cachito Vigil en el seleccionado mayor. Ellos y sus 16 compañeros quieren reinsertarse en el mundo del hockey: Nueva Delhi les abre una última hendija.
Por Gastón Saiz
De la Redacción de LA NACION
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