Valentín Verga nació en Argentina. Tiene sólo 20 años y mañana debutará en el Mundial de Nueva Delhi. Lo hará nada más ni nada menos que frente a la Argentina, pero vestirá la camiseta de Holanda.
Nació el 7 de octubre de 1989 y en su estadía en Argentina defendió los colores de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, al igual que su padre, Alejandro Verga, jugador muy querido en el club de Palermo y que defendió la camiseta de Argentina. En sí, toda su familia está ligada a una historia de Selección. Sus primos, Matías y Lucas Cammareri, también defendieron los colores albicelestes.
Por una cuestión económica, luego de la crisis de 2001, su familia decidió emigrar a Europa y acomodar su vida en Holanda, y a la par desarrollar el hockey en un país donde ese deporte es profesional.
Sus primeros pasos en el Viejo Continente, con 13 años de edad, los dio en el club Almeerse HC, para luego pasar al Amsterdam, una de las potencias de Holanda, y debutó en primera con sólo 17 años.
Valentín nunca olvida su infancia vivida en GEBA y en Argentina: “la palabra club no existe en Holanda. Pasar todo el día ahí, compartir con amigos, hacer lío, esas cosas las pude vivir hasta mis 13 años y lo disfruté mucho”.
“La nacionalidad la tome porque me habían llamado cuando tenia 17 años para el Junior de Holanda, y sin pasaporte no me dejaban jugar la Copa Europa. Ya había jugado en los menores de 18 donde mi entrenador era Maximiliano Caldas (también representante argentino). Desde ese momento supe que Holanda iba a ser el país al que iba a representar. Mi vida está acá, al igual que mis amigos, el estudio – unabeca en Amsterdam le permite estudiar marketing deportivo y al mismo tiempo jugar al hockey- y hasta hablo el idioma”, cuenta Valentín acerca de cómo adaptó su vida en un nuevo país.
El año pasado tuvo su experiencia mundial pero con el seleccionado Junior, en Malasia y Singapur. Allí culminó en la segunda posición y al igual que mañana, le tocó enfrentar en dicho certamen a Argentina. “El partido contra Argentina lo viví nervioso hasta que empezó. También fue una gran emoción jugar contra Santiago Camacho y Germán Herrero (jugadores de GEBA), unos de mis mejores amigo en mi infancia del club. Pero cuando el partido empieza uno se olvida todo y noy hay amigos en la cancha. Igual fue muy divertido, porque Santi jugaba de volante por izquierda y yo de volante por derecha así que nos molestabamos un poco”, recuerda con gracia.
Sus primeros pasos importantes con la Selección mayor los dio en el Trofeo de Campeones realizado en Melbourne, Australia, el año pasado. “Jugué el Champions Trophy en Melbourne, y ahora la Copa del Mundo. Es algo bastante increible. Cuando hablo con mi papá sobre el tema, le digo que hace tres años estaba contento si me ponían en Amsterdam a los 17 años y ahora juego un Mundial. Todo va muy rápido a veces”.
El llamado para disputar el Mundial llegó tras la baja del jugador Nick Meijer por una lesión. “Era el jugador número 19, me habían dicho que era muy jóven todavía y que me quedaba un año de Junior. Estaba muy mal pero me pude recuperar mentalmente y entrené solo y con el equipo de mi papá, el Almeerse HC, que estaban en pretemporada. Cuando se lastimó Nick Meijer me llamaron para decirme que iba a jugar el Mundial. Fue una algo tremendo, más que nada porque era en la India y encima somos siete jugadores del Amsterdam, todos muy amigos”, relata Valentín al momento en que se enteró de la noticia.
Pero mañana será nuevamente una cita con sensaciones diferentes. Se verán en la cancha holandeses y argentinos, con el condimento extra de saber que Valentín Verga defenderá los colores naranjas. “Tengo muchas ganas de jugar ese partido, aunque ya pude vivir una experiencia parecida en el Mundial Junior. Mi familia me acompaña y yo sé que me tengo que divertir. Los colores de Argentina no pesan porque no represento a ese país, pero sí le tengo mucho respeto porque son los colores que todos mis primos representaron y sobre todo mi papá”.